Concretamente nos deberíamos de preguntar, ¿qué es un proxy? ; pues bien un proxy no es ni más ni menos que un ordenador que actúa de intermediario, entre nuestro ordenador y el sitio web al que deseamos conectar en internet, en lugar de hacerlo directamente (desde el ordenador de nuestra casa u oficina al ordenador donde está la web o el sitio que deseamos visitar, lo hacemos pero usando un ordenador que actúa como intermediario) pasamos primero por un ordenador (proxy) y finalmente acabamos en el lugar que deseamos visitar (en el ordenador donde está alojada la web) en internet.
Los proxys están en diferentes países y regiones, la idea era la de hacer la navegación anónima, es decir que fuese más difícil de rastrear (se supone que no con fines criminales, sino por mantener la privacidad) ya que el ordenador puede estar en cualquier país del mundo y si se nos rastrea con un programa u ordenador la IP (es un número que identifica a nuestro ordenador en internet, es similar a un DNI del equipo, por ejemplo: 192.168.1.99) que aparece NO ES LA NUESTRA, es decir aparece la del PROXY por tanto permanece anónima nuestra navegación.
El problema es que si bien puede usarse para fines buenos, también es usado para otros fines que no lo son tanto por los hackers, de todas formas no nos atañe aquí entrar en disquisiciones morales.
Las ventajas son grandes, sobre toda la de la privacidad y el anonimato, las desventajas también lo son: la carga de datos es más lenta (sobre todo si el ordenador está muy lejos en un país lejano), los datos siempre quedarán registrados en ese ordenador, la información puede perderse.
Para terminar decir brevemente que tenemos proxys abiertos (que puede usar cualquiera y son conocidos) y proxys cerrados (que no son conocidos frecuentemente), también los hay web, inverso, NAT, transparente, etc.
Cristóbal Aguilar.
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